DOLOR DENTAL
Definición
Malestar originado por el daño a dientes, muelas o encías, el cual puede presentarse como consecuencia
de un golpe, caries dentales o infecciones, pudiéndose complicar si se alteran los tejidos que aseguran la fijación y el sostén
de un diente o muela, lo que provoca que la pieza se debilite y caiga.
Causas
- Acumulación de sarro, es decir, depósito áspero y antiestético de minerales (contenidos
de manera natural en la saliva) y placa bacteriana; es imposible de retirar mediante el cepillado normal como resultado de
higiene deficiente y por no cepillarse los dientes correctamente, lo cual deriva en infecciones.
- Aftas. Pequeñas ulceraciones muy dolorosas en forma de círculo, con aspecto rojizo
en el centro y blanquecino en los bordes, que se presentan en la parte interna de la boca
- Alveolitis dental. Infección de uno de los alvéolos (cavidades de la mandíbula en
las cuales están encajados los dientes), que suele aparecer después de la extracción de un diente en mal estado.
- Beber en forma alternada líquidos fríos y calientes.
- Bruxismo. Trastorno ocasionado por estrés que se caracteriza por apretar, "castañetear"
o rechinar los dientes durante el sueño; la excesiva tensión muscular ocasiona dolor en oídos, daño en mandíbula, así como
problemas en la alineación y mal estado de la dentadura.
- Cálculo. Padecimiento que ocasiona inflamación de encías, pérdida de dientes (aunque
estén sanos) y mal aliento.
- Caries. Ataque de bacterias que ocasiona desintegración gradual de los tejidos que
forman dientes y muelas.
- Dentición o erupción de dientes en bebés y niños, y las muelas del juicio en adolescencia
o etapa adulta.
- Enfermedad periodontal. Proceso infeccioso que se extiende hasta la pulpa (nervios)
de los dientes y muelas, lo que causa hemorragias, enrojecimiento y dolor de encías, sensación de que éstas se tornan fláccidas,
mal aliento persistente, secreción de pus y pérdida de dientes.
- Extracción de una pieza dental.
- Fractura o caída de una pieza dental a causa de un golpe.
- Gingivitis. Inflamación de encías y estructuras de soporte de las piezas dentales,
ocasionando dolor y sangrado, producida por falta de higiene y deficiencia de vitamina C.
- Heridas en encías.
- Objetos atrapados entre los dientes.
- Placa dentobacteriana. Película pegajosa formada por bacterias que se adhiere a dentadura
y bordes de los tejidos que la rodean, la cual ocasiona irritación y sangrado en encías y, cuando interactúa con hidratos
de carbono, produce ácidos que destruyen el esmalte de los dientes haciéndolos susceptibles a sufrir caries.
- Prognatismo. Mala alineación de la mandíbula y el maxilar superior, así como baja
posición de la lengua, lo que acarrea alteraciones al ocluir (cerrar) la boca, con las consecuentes dificultades para morder,
masticar y hablar.
- Si la dolencia dental aparece cuando la persona está resfriada o al agacharse, la
causa puede ser sinusitis (inflamación de los senos paranasales).
- Uso de aparatos de ortodoncia, como puentes, frenos o braquets.
Síntomas
- Dolor y molestia que pueden impedir masticar.
- Inflamación, enrojecimiento y/o sangrado de encías.
- Secreción de líquidos con mal olor.
- Abscesos (acumulación de pus) en la raíz de la pieza dental.
- Las mejillas pueden verse abultadas.
- En ocasiones dolor de cabeza y fiebre.
- Cuando se trata de erupción dental pediátrica e infantil se presenta dolor, inflamación
y secreción de saliva.
Diagnóstico
- El especialista (odontólogo o dentista) deberá incluir en su diagnóstico un interrogatorio
al paciente para conocer sus síntomas, y valorará el aspecto del diente, muela o encías para determinar la causa.
- Si no hay evidencia de una lesión externa deberá recurrirse a radiografías, con las
cuales se puede identificar posible daño en la raíz de la pieza.
- Si los rayos X no muestran evidencia de deterioro, puede pensarse que la dolencia
es a consecuencia de sinusitis, ansiedad y tensión nerviosa.
Prevención
- Buena higiene bucodental, ya que evita la aparición de caries y mantiene las encías
sanas. Para que los resultados sean óptimos debe aplicarse la técnica correcta de cepillado, usar enjuagues bucales, soluciones
antisépticas e hilo dental.
- Cambiar el cepillo dental cada dos meses.
- Se recomienda seguir dieta equilibrada, rica en alimentos que contengan vitamina
C (presente en naranja, tangerina, mandarina, limón, guayaba, kiwi, fresa y tomate verde), calcio (leche y derivados, sardinas
y salmón enlatados, hortalizas de hoja verde, berros, semillas de ajonjolí, perejil, nueces, brócoli y frijoles) y baja en
azúcares para que dientes y encías se mantengan fuertes y no sean propensos a sufrir lesiones. La vitamina C y el calcio también
pueden obtenerse al tomar suplementos vitamínicos, complementos alimenticios o productos fortificados.
- La aplicación de flúor protege a los dientes al proporcionarles mayor resistencia
al ataque de las bacterias que causan caries dental.
- Debe evitarse en lo posible el consumo alternado de líquidos muy calientes o fríos.
- Cuando se extrae una pieza dental es recomendable tomar un analgésico antes de que
pase el efecto de la anestesia, pues de esta forma se sentirá menos dolor en la herida.
- Si se sufre sinusitis, es recomendable acudir al otorrinolaringólogo para que proporcione
el tratamiento adecuado, ya que esta enfermedad ocasiona trastornos dentales. En caso de que se deba a una reacción alérgica
puede recurrirse a antihistamínicos de venta sin receta.
- Aprender a controlar los estados emocionales que alteren la estabilidad.
- Acudir al dentista cada seis meses.
Tratamiento
- Si el dolor dental o en encías es moderado puede controlarse con analgésicos de venta
libre.
- Mantener buena higiene dental, para ello se requiere cepillar los dientes tres veces
al día o después de consumir alimentos, lo cual puede apoyarse con el uso de enjuagues bucales, antisépticos e hilo dental.
Si se tiene alguna lesión, es muy importante realizar la limpieza con sumo cuidado.
- Si hay inflamación, se sugiere colocar compresas frías sobre la mejilla. El área
afectada no debe ser expuesta a calor, ni aplicar sobre ella tabletas de ácido acetilsalicílico.
- Cuando se presenta acompañado de fiebre puede recurrirse a antipiréticos, analgésicos
con acción antitérmica o bandas especiales para bajar la temperatura corporal.
- En caso de que se presente fractura de un diente, es recomendable limpiar el área
afectada con un paño limpio, colocar compresas frías en el rostro y, de ser posible, rescatar el trozo de diente (debe colocarse
en un vaso con agua fría o leche), y acudir inmediatamente al odontólogo.
- Si el diente se aflojó por un golpe, es necesario limpiarlo con agua, tratar
de fijarlo y acudir al dentista.
- En caso de que se tengan objetos atrapados entre los dientes, pueden removerse con
hilo dental evitando dañar las encías. No deben usarse instrumentos cortantes o puntiagudos.
- Si es a causa de infecciones y hay absceso, el dentista hará pequeño corte en el
área afectada para favorecer la evacuación de pus y limpiará los huecos. Asimismo, prescribirá un tratamiento más agresivo.
- Si el dolor dental es ocasionado por puentes, braquets o frenos, el especialista
deberá ajustarlos.
- Las molestias que produce la erupción dental pediátrica e infantil pueden aliviarse
con soluciones o geles con efecto analgésico y anestésico.
- Cuando hay dolor a causa de aftas o heridas en encías puede recurrirse a antisépticos
y enjuagues bucales.
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