Son pequeñas ulceraciones muy dolorosas en forma de círculo, con aspecto rojizo en el centro y blanquecino en los bordes, que se presentan en la parte interna de la boca. Aparecen aisladas o formando pequeños grupos, y se curan sin dejar cicatriz.

Causas

• Mordeduras en las mejillas.
• Respirar por la boca permite que se introduzcan microorganismos y hongos.
• Dientes dañados que lesionan el interior de la boca.
• Los aparatos instalados por los ortodoncistas, como frenos, puentes o prótesis mal adaptados.
• Introducir objetos duros o filosos en la boca.
• En bebés, el contacto con chupones o biberones.

Síntomas

• Dolor muy intenso, desproporcionado en relación con el tamaño de la herida.
• Las ulceraciones tienen un tamaño que oscila entre 1 centímetro y medio centímetro.
• Las heridas son redondas, con el centro rojo y delgado borde blanco.
• Dificulta ingerir alimentos y líquidos por el dolor que provoca.

Diagnóstico

• A través de la manifestación de los síntomas.
• Mediante observación directa.

Prevención

• Limpieza bucal adecuada para evitar el desarrollo de bacterias.
• Tener cuidado al masticar los alimentos.
• Especial atención si se utilizan aparatos que corrigen defectos en la boca.
• Mantenimiento de la dentadura, a fin de que ésta no dañe la piel del interior de la boca.

Recomendaciones

• Mantener el aseo de la boca.
• Procurar la limpieza de las heridas con soluciones antisépticas, que además de proporcionar alivio ayudan a cicatrizar. Las que existen en el mercado se emplean haciendo buches, pero algunas también se aplican directamente en la herida.