CABELLO GRASO
La apariencia del cabello es reflejo de la personalidad y estado de salud, razones por las que es fundamental
procurarle cuidados para mantenerlo siempre sano, sedoso y con brillo; no obstante, hay ocasiones en que estos objetivos no
pueden alcanzarse tan fácilmente debido a problemas que pueden afectar al cuero cabelludo, por ejemplo, exceso de grasa, alteración
que es originada por sobreactividad de las glándulas sebáceas, la cual ocasiona que la melena luzca apelmazada, opaca, sin
vida, sea difícil de peinar debido a que al tacto es pegajosa y dé la apariencia de no estar limpia.
¿De dónde viene la grasa?
El cuero cabelludo está provisto de múltiples
folículos pilosos, cada uno de los cuales posee una glándula sebácea que segrega sustancia aceitosa llamada sebo, elemento
que sirve para proteger, hidratar y aumentar la elasticidad de la melena.
Ahora bien, aunque esta grasa es necesaria para preservar la salud de la cabellera, hay que considerar que
puede producirse en gran cantidad a causa de alteraciones hormonales, pues cuando por alguna razón se produce testosterona
en exceso (hormonas masculinas que también se encuentran en el organismo femenino) las glándulas antes citadas incrementan
su actividad. Asimismo, este problema se asocia a los siguientes factores:
- Antecedentes familiares.
- Seguir dieta alta en grasas e hidratos de carbono, y deficiente en vitaminas.
- Trastornos emocionales, por ejemplo, estrés y nerviosismo.
- Exposición al calor.
- Uso de shampoos con alto poder desengrasante, pues ello puede generar incremento
en la producción de sebo para defenderse de la agresión.
- Friccionar con dedos, peines y cepillos el cuero cabelludo.
- Contaminación ambiental.
- Higiene deficiente.
Cabe destacar que el exceso de grasa en el cuero cabelludo promueve la acumulación de toxinas, las cuales
pueden originar infecciones e irritación. Pero esto no es todo, ya que también existe alto riesgo de que se presenten los
siguientes padecimientos:
Seborrea. Trastorno que ocasiona formación de escamas color
amarillo, irritación, comezón, mal olor e inflamación en cuero cabelludo y parte posterior de las orejas. Para su tratamiento
es esencial la higiene capilar con shampoos especiales para controlar este problema, mismos que deben alternarse con productos
para cabello normal, pues de esta manera se previene que el cuero cabelludo produzca más grasa a manera de defensa; además,
es recomendable evitar, en la medida de lo posible, las situaciones de estrés, lo cual puede apoyarse con la administración
de productos naturales con efecto tranquilizante.
Cabe destacar que en ocasiones la seborrea puede inducir la caída de la cabellera, pues se ha visto que gran
cantidad de sebo atrofia al folículo capilar que da origen al nacimiento del cabello.
Caída del cabello. Normalmente una persona pierde entre 50 y 150 cabellos
diarios, los cuales se regeneran en la mayoría de los casos porque la raíz permanece allí, pero cuando ésta es dañada o la
caída excede al crecimiento, se presenta calvicie. El término médico con el que se conoce a este problema es "alopecia", alteración
que se presenta con mayor frecuencia en hombres, y puede ser el resultado de producción excesiva de sebo en el cuero cabelludo,
factores genéticos o envejecimiento.
En la actualidad existen numerosos productos que favorecen el mantenimiento de la melena, estimulan la actividad
de la raíz, frenan la caída y preservan la densidad capilar (grosor del cabello); algunos contienen en su fórmula minoxidil,
sustancia que incrementa el flujo sanguíneo en el cuero cabelludo y protege la fase de crecimiento del cabello. Asimismo,
se recomienda el uso de productos sin detergentes y que contengan agentes desengrasantes suaves debido a que tienen la propiedad
de limpiar y acondicionar el cuero cabelludo suavemente, eliminan la grasa y evitan que ésta se acumule. Sin embargo, cuando
la alteración persiste es necesario acudir al dermatólogo, especialista que recomendará tratamiento personalizado.
Caspa. Inflamación de las capas superficiales de la piel que cubren al
cuero cabelludo, la cual es causada por exceso de grasa en esta zona, higiene deficiente, infección por hongos (Pityrosporum
ovale) o cambios hormonales que alteran la secreción de sebo. Este padecimiento se manifiesta mediante irritación, acumulación
de células en forma de escamas o polvo y comezón persistente.
Para combatir este problema se recomienda el uso de tratamientos capilares para controlar la secreción sebácea,
lo cual debe alternarse con shampoos y lociones anticaspa, los cuales combinan agentes limpiadores que respetan la flora microbiana
normal del cuero cabelludo y sustancias antifúngicas (como ketoconazol) que favorecen la eliminación de escamas, atacan hongos
y dejan el cabello suave y brillante. Además, se debe procurar lavar el cabello con regularidad para eliminar la grasa, polvo
y contaminantes, usar moderadamente fijadores para el cabello (spray, mousse o gel) y evitar compartir peines, cepillos u
otros accesorios para el arreglo de la melena.
Cuidados
Para mantener bajo control al cabello graso es necesario reducir
el consumo de grasas y aumentar el de frutas, verduras y fibra, y beber de 2 a 3 litros de agua diariamente. Por otra parte,
también son muy importantes los cuidados externos, los cuales incluyen:
Lavado. Es
recomendable realizarlo alternando la aplicación de shampoos indicados tanto para cabello graso como para normal, mediante
masaje suave y en forma circular con la yema de los dedos; es muy importante que el agua para mojar y enjuagar la cabellera
sea tibia, pues si es caliente puede aumentar la producción de grasa.
Acondicionadores y enjuagues. Regeneran y brindan protección a las fibras
capilares, pero se debe evitar su uso en el cuero cabelludo.
Cepillado. Los cepillos y peines para el cabello deben mantenerse perfectamente
limpios y emplearse con suavidad para no causar irritación.
Secadora eléctrica. Las temperaturas elevadas estimulan la secreción de
las glándulas sebáceas, por tanto, es un error pensar que el aire caliente "seca" el exceso de grasa; lo más recomendable
es dirigir sobre las raíces aire frío o tibio.
Como puede ver, tiene a su alcance distintas alternativas para ponerle fin al cabello graso; el secreto está
en ser constante en el tratamiento y así, en menos de lo que se imagina logrará lucir una melena sana y hermosa.