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CANSANCIO

Definición
Sensación de falta de energía que disminuye la capacidad de trabajo y dificulta a los músculos realizar sus funciones con la facilidad habitual; es normal que este síntoma se presente después de largas jornadas de actividad física o mental, al no dormir lo suficiente, al padecer anemia o depresión o no alimentarse adecuadamente, entre otros factores. Sin embargo, sentir cansancio todo el tiempo puede ser señal de alguna alteración en el organismo.

Cansancio agudo
Se presenta de manera súbita como respuesta a la realización de algún esfuerzo o rutina de ejercicios.

Cansancio crónico
Reducción paulatina de la energía que se prolonga durante semanas o meses.

Cansancio mental
Se manifiesta mediante dificultad para concentrarse, falta de memoria y bajo rendimiento.

Causas

  • Sesiones prolongadas de trabajo físico o mental.
  • Práctica de ejercicio intensa.
  • No dormir el tiempo suficiente para que el organismo recupere su energía (mínimo 8 horas al día).
  • Abuso en la ingesta de laxantes, tranquilizantes y diuréticos.
  • Exposición prolongada al Sol.
  • Convalecencia de enfermedad o cirugía.
  • Senectud, ya que durante esta etapa se presenta descenso progresivo de la capacidad y resistencia física.
  • Tratamiento con antihistamínicos, antihipertensivos o sedantes.
  • Deficiencia de vitaminas.
  • Saltarse comidas, reducir bruscamente la ingesta de calorías, no beber cantidad suficiente de líquidos e ingerir sólo alimentos procesados, ya que estas acciones dejan a las células sin la energía necesaria para que puedan cumplir con sus funciones.
  • Cualquier tipo de infección.
  • Embarazo.
  • Viaje largo.
  • Fumar, ya que evita que el organismo se oxigene adecuadamente.
  • Desnutrición o deficiencia de nutrientes que generalmente se asocia a mala alimentación, alteraciones en el proceso de absorción intestinal, diarrea crónica y enfermedades como cáncer o sida.
  • Anemia o disminución de los niveles de hemoglobina en sangre (proteína que se encuentra en glóbulos rojos y transporta oxígeno desde pulmones a todo el cuerpo a través de venas y arterias) causada por dieta deficiente en hierro, ácido fólico y vitamina B12, así como por hemorragias o alteraciones en el funcionamiento del bazo (alojado atrás del estómago) o médula ósea (tejido que se encuentra en el interior de los huesos).
  • La reducción de líquidos en el organismo o deshidratación se presenta a consecuencia de enfermedades (por ejemplo, diarrea o diabetes), sudoración excesiva, exposición prolongada al Sol, práctica de ejercicio o cuando el consumo de agua es deficiente.
  • Apnea del sueño, trastorno que impide o dificulta la llegada de aire a los pulmones mientras se duerme.
  • Insomnio.
  • Diabetes, síndrome caracterizado por acumulación excesiva de glucosa en la sangre, debido a deterioro absoluto o parcial de la secreción y acción de la hormona insulina (producida por el páncreas y responsable de mantener las cifras de azúcar normales).
  • Presencia de parásitos intestinales, como amebas, ascaris, anquilostoma, giardia, taenia o solitaria, o tricocéfalo, cuya presencia en el organismo se asocia a falta de higiene al preparar alimentos, no lavarse las manos antes de comer ni después de ir al baño e ingerir carnes poco cocidas.
  • Cáncer o formación de tumores malignos originados por la multiplicación desordenada de las células de un tejido u órgano.
  • Obesidad (cuando el peso de un individuo supera en 20% o más el valor estándar en relación a su estatura. Ver calculadora de Peso Ideal e Índice de Masa Corporal).
  • Estrés.
  • Depresión.
  • Fibromialgia, definida como forma de reumatismo en músculos, ligamentos y tendones que rodean a las coyunturas.
  • Hepatitis o inflamación del hígado.
  • Mononucleosis infecciosa, también conocida como la "enfermedad del beso". Es una infección ocasionada por el virus Epstein-Barr, el cual ataca al sistema linfático (defensas del organismo), bazo y parcialmente al hígado.
  • Menopausia o cese de la actividad ovárica y, por ende, de la menstruación.
  • Síndrome premenstrual.
  • Sida, enfermedad que afecta al sistema inmunológico y propicia la aparición de diversas enfermedades, principalmente neumonía o tipos extraños de cáncer (como el llamado sarcoma de Kaposi).
  • Hipoglucemia (cuando los niveles de glucosa son menores a 70 miligramos por decilitro de sangre).
  • Pie plano.
  • Fatiga ocular.
  • Piernas cansadas o etapa previa a la aparición de várices.
  • Hipotiroidismo (actividad disminuida de la glándula tiroides).
  • Artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por la inflamación de una o varias articulaciones, dolor, sensación de rigidez en muñecas, nudillos, dedos, codos, hombros, cadera, rodillas y tobillos, así como dificultad para realizar las actividades diarias.
  • Lupus eritematoso sistémico, trastorno inflamatorio crónico que puede afectar varios sistemas del organismo, incluyendo la piel, articulaciones y órganos internos.
  • Tuberculosis, padecimiento que se manifiesta con tos persistente, expectoraciones con sangre, pérdida de peso y fiebre; generalmente daña a los pulmones, pero puede extenderse a otras partes del organismo y ocasionar la muerte.
  • Insuficiencia cardiaca congestiva. Trastorno que ocasiona que el corazón pierda su capacidad de bombear la sangre con eficiencia, en consecuencia, no puede cumplir con las demandas del organismo.
  • Acromegalia o alteración metabólica que genera agrandamiento gradual de los tejidos, incluyendo los huesos de la cara, mandíbula, manos, pies y cráneo; se origina cuando se segrega en exceso la hormona del crecimiento.
  • Enfermedad de Addison, que es el resultado del deficiente funcionamiento de las glándulas adrenales, lo que da lugar a escasa producción de las hormonas cortisol y aldosterona, ocasionando que el organismo no pueda cumplir con las siguientes funciones: aprovechamiento de grasas, proteínas y carbohidratos, supresión de las reacciones inflamatorias y control del sodio y potasio en sangre.

Síntomas

  • Falta de energía.
  • Dificultad para realizar las actividades diarias.
  • Somnolencia.
  • Irritabilidad.
  • Dolor de cabeza y muscular.
  • Debilidad corporal.
  • Falta de memoria.
  • Dificultad para concentrarse.
  • La desnutrición ocasiona intenso cansancio, retraso en el crecimiento (en el caso de niños), pérdida de masa muscular, inflamación generalizada y disminución de las defensas.
  • Además de causar fatiga, la anemia genera incapacidad para realizar esfuerzos, dolor de cabeza, falta de aire y de memoria, dificultad para concentrarse, irritabilidad, pérdida del apetito, palidez, así como hemorragias nasales y en encías.
  • El agotamiento inducido por la deshidratación se acompaña de ojos hundidos, sequedad en mucosas bucales, sed, pérdida del apetito, falta de elasticidad en piel, presión arterial baja, taquicardia y escasa excreción de orina.
  • La apnea del sueño genera cansancio, caída repentina de los niveles de oxígeno en la sangre, incremento de la presión arterial, ronquidos frecuentes, sueño excesivo durante el día, fuerte dolor de cabeza y falta de memoria.
  • La dificultad para conciliar el sueño da lugar a falta de energía, irritabilidad y bajo rendimiento.
  • Quienes padecen diabetes manifiestan fatiga excesiva, misma que se acompaña de visión borrosa, náuseas, dolor de cabeza, incremento en la excreción de orina, boca seca, aumento del apetito, sed exagerada y pérdida de peso sin explicación aparente.
  • Una de las primeras manifestaciones de una parasitosis es debilidad, así como diarrea, dolor de cabeza, cólicos abdominales, vómito, secreción de saliva por las noches, rechinido de dientes, flatulencia, palidez y pérdida de peso.
  • La aparición de tumores cancerígenos en fases tempranas generalmente no genera síntomas, pero cuando éstos se manifiestan incluyen fatiga, pérdida de peso, en algunos casos protuberancias e intenso dolor.
  • La obesidad, además de causar cansancio, puede generar hipertensión arterial, dificultad para respirar y presión en las plantas de los pies.
  • El agotamiento generado por el estrés viene acompañado de ansiedad, insomnio, baja productividad, sudoración, boca seca y dificultad para respirar.
  • La depresión, además de generar intenso cansancio, se caracteriza por tristeza extrema, pérdida del interés hacia las actividades que se solían disfrutar, dificultad para dormir o exceso de sueño, baja autoestima, aislamiento, alteraciones en el apetito, sentimiento de culpa, falta de concentración, ataques de llanto, ideas obsesivas respecto a muerte y suicidio, irritabilidad, dolor de cabeza y estreñimiento.
  • La fibromialgia tiene como síntomas principales al agotamiento y fuerte dolor en diversas partes de cuerpo, asimismo, se pueden presentar trastornos del sueño, cambios de humor, hormigueo o entumecimiento de manos y pies, además de colitis (inflamación del colón o parte del intestino grueso que se une al recto).
  • La hepatitis genera cansancio, náuseas, fiebre, pérdida del apetito, dolor de estómago, diarrea, oscurecimiento de la orina, excremento de color claro y coloración amarillenta en piel y parte blanca de los ojos.
  • La mononucleosis infecciosa se manifiesta en forma parecida a la gripe, pero con fatiga excesiva, fiebre alta (hasta 40°), dolores de cabeza y muscular, así como malestar general. Posteriormente, los ganglios linfáticos (escudos defensivos del organismo) del cuello, axilas e ingle se inflaman, y puede aparecer dolor en garganta, pérdida del apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, crecimiento del bazo e hígado y erupción de ronchas en piel.
  • La menopausia causa cansancio físico y mental, además de bochornos, mareos, sudoración, calambres, resequedad vaginal, pérdida del vello púbico, alteración en la concentración y elevación del colesterol y triglicéridos (tipo de grasa que se forma a partir del consumo de azúcar), hipertensión arterial y osteoporosis.
  • El cansancio inducido por el síndrome premenstrual se presenta al mismo tiempo que la retención de líquidos, aumento temporal de peso, sensibilidad mamaria, náuseas, estreñimiento o diarrea, dolores de cabeza, espalda y abdomen, inflamación abdominal, cólicos en vientre, acné, necesidad de ingerir dulces, irritabilidad, ansiedad, nerviosismo y dificultad para concentrarse.
  • La fatiga que se presenta a causa del sida se debe a que el cuerpo utiliza gran cantidad de energía para tratar de combatir al virus de la inmunodeficiencia humana, el cual se multiplica rápidamente. Debido a que este microorganismo acaba con las defensas es común que el paciente sufra infinidad de enfermedades, como neumonía, infecciones estomacales y tipos raros de cáncer.
  • Como respuesta a la reducción de los niveles de azúcar en el torrente sanguíneo, el organismo libera adrenalina y pueden manifestarse síntomas similares a los de una crisis de ansiedad, como cansancio, temblores, sudoración, palpitaciones, hambre, mareo, dolor de cabeza, irritabilidad y palidez.
  • El pie plano se caracteriza por no presentar ninguna concavidad en la planta del pie, lo cual genera cansancio al caminar o mantenerse de pie.
  • La fatiga ocular se manifiesta con escozor y enrojecimiento en los ojos, lagrimeo, dolor de cabeza y disminución de la vista.
  • Las piernas cansadas dan lugar a sensación de pesadez en las extremidades inferiores, fatiga que aumenta con el calor y al estar de pie por periodos prolongados, asimismo, se percibe aumento de la sensibilidad, calambres, comezón y cambio de color en la piel.
  • El hipotiroidismo, o baja actividad de la glándula tiroides, disminuye el ritmo del funcionamiento normal del cuerpo causando pesadez mental y física, aumento de peso, intolerancia al frío, engrosamiento de la piel y ronquera.
  • El cansancio que ocasiona la artritis reumatoide se acompaña de inflamación en articulaciones, dolores intensos que durante la noche pueden despertar al paciente y dificultad de movimiento.
  • Los síntomas generales del lupus incluyen cansancio, pérdida de peso inexplicable, fiebre prolongada, dolor e hinchazón de coyunturas, enrojecimiento en mejillas y nariz, inflamación del recubrimiento del corazón (pericardio), dolor en tórax y fiebre.
  • La tuberculosis se manifiesta con debilidad, malestar general, pérdida de peso y apetito, fiebre, sudores nocturnos, tos intensa, expectoraciones con sangre y dolor en el pecho.
  • En la insuficiencia cardiaca congestiva los primeros síntomas que se presentan son fatiga, falta de aire (disnea), pesadez en pecho y tos seca.
  • La acromegalia genera agrandamiento gradual de los tejidos y órganos, inflamación en manos y pies, hay aumento en la sudoración, dolor en articulaciones, fatiga y debilidad extrema.
  • El agotamiento que se presenta a causa de la enfermedad de Addison se acompaña de mareos, oscurecimiento de la piel, pérdida de peso y del apetito, así como deshidratación y dolor muscular frío.

Diagnóstico

  • El cansancio persistente debe ser investigado, porque puede ser un signo que permite corroborar la existencia de algún proceso patológico.
  • Para determinar si un paciente está desnutrido se toma en cuenta su historia alimenticia y se realiza valoración médica, la cual incluye medición de peso, talla y pliegues cutáneos; asimismo, se solicitan análisis clínicos de sangre y orina, cuyos resultados indican el grado de deficiencia de nutrientes.
  • Cuando algún individuo presenta síntomas de anemia, se requiere conformar su historia clínica, donde se determina si hay enfermedades que ocasionen sangrados, como hemorroides, úlceras o tumores en el aparato digestivo. A través de análisis de sangre se pueden identificar deficiencias en los niveles de hemoglobina, glóbulos rojos y blancos, plaquetas, hierro, vitamina B12 y ácido fólico.
  • La deshidratación se diagnostica al observar los signos antes citados y revisión física.
  • En caso que se presenten síntomas de apnea, el especialista en trastornos del sueño confirmará el diagnóstico mediante examen general e interrogatorio para determinar los grados de hipersomnia (sensación excesiva de sueño). También se recurre a estudios polisomnográfico en los que, con ayuda de sistemas automatizados, se realiza el monitoreo -durante una noche- de la actividad de pulmones, cerebro y corazón del paciente, además de que se toma un registro de los patrones de respiración y los niveles de oxígeno en la sangre.
  • En cuanto al insomnio, el especialista en trastornos del sueño valora el patrón de sueño de la persona y el uso que ésta haga de medicamentos y sustancias como cafeína, nicotina y alcohol, asimismo, conforma y analiza la historia clínica del afectado y su nivel de actividad física.
  • Cuando el paciente manifiesta síntomas de diabetes, el endocrinólogo o médico internista solicita análisis de sangre para conocer las cifras de glucosa en sangre, las cuales no deben ser mayores a 110 miligramos por decilitro de sangre.
  • Las infecciones por parásitos intestinales se identifican mediante los síntomas que refiere el afectado, lo que se confirma con análisis de muestras de excremento.
  • El cáncer puede detectarse mediante biopsia (estudio de muestra de tejido a través del microscopio), análisis de sangre y exámenes de imagenología (muestran imágenes detalladas de las estructuras del cuerpo).
  • La exacta determinación del nivel de obesidad se realiza mediante tablas que comparan peso y estatura, y lo expresan como Índice de Masa Corporal (Ver calculadora y esquemas en Herramientas).
  • La identificación de estrés se efectúa mediante interrogatorio y elaboración de historia clínica.
  • El diagnóstico de depresión se realiza con base en los síntomas referidos por el paciente e historia clínica y familiar.
  • La fibromialgia debe ser identificada por el reumatólogo, quien tomará en cuenta la historia médica personal y familiar, la cual debe incluir perfil psicológico y descripción de cada factor que pudiera ser indicativo de otras alteraciones distintas a este padecimiento, como modificación en el peso corporal, lesiones físicas, enfermedades infecciosas y adicciones (alcohol, tabaco o drogas). Posteriormente, el especialista realizará examen físico, que consiste en ejercer presión en las zonas donde comúnmente suele presentarse dolor.
  • Para saber si un paciente sufre hepatitis el médico general solicita análisis de sangre, los cuales detectan al virus causante de la enfermedad.
  • Ante los primeros síntomas de mononucleosis debe acudirse inmediatamente al médico general, quien realizará auscultación física y solicitará análisis de sangre para confirmar la presencia del virus.
  • La menopausia puede identificarse fácilmente mediante la observación de los síntomas antes citados.
  • El síndrome premenstrual se detecta al registrar las molestias que ocasiona (retención de líquidos, inflamación abdominal, tensión mamaria, mal humor, cansancio, ansiedad y dificultad para concentrarse), los cuales se presentan 7 ó 14 días antes del sangrado.
  • La infección por el virus de inmunodeficiencia humana se detecta mediante los análisis ELISA y Western Blot para VIH, ya que identifican la presencia de anticuerpos contra el microorganismo.
  • Cuando se sospecha de bajos niveles de azúcar en sangre es preciso acudir al endocrinólogo o médico internista, especialistas que realizarán historia médica completa y solicitarán análisis de sangre para conocer las cifras de glucosa.
  • El pie plano se identifica a partir de los dos años a través de revisión física.
  • La fatiga ocular se diagnostica cuando el paciente presenta los síntomas antes citados.
  • Para que se pueda establecer que alguien padece piernas cansadas, es necesario considerar los síntomas, antecedentes familiares, el tipo de trabajo que desempeña el paciente (si se desarrolla sentado o de pie, y cuántas horas lo está), si ha tenido problemas de circulación y embarazos.
  • La baja actividad de la glándula tiroides puede determinarse mediante análisis de sangre que muestren los niveles de hormonas tiroideas.
  • El diagnóstico de artritis reumatoide se establece a partir de los síntomas observados por el médico reumatólogo; sin embargo, otras enfermedades reumáticas pueden producir molestias similares, por lo que resulta necesario solicitar estudios radiológicos.
  • Para saber si algún individuo sufre lupus eritematoso sistémico es necesario considerar los síntomas que presenta el paciente (antes descritos), revisión física y análisis de sangre y orina (estos identifican disminución de glóbulos blancos y plaquetas, anomalías en la composición de la orina y presencia de anticuerpos.
  • Cuando se presentan los síntomas de la tuberculosis es necesario acudir al neumólogo (especialista en enfermedades pulmonares), quien solicitará análisis de una muestra de secreciones y radiografía de tórax para confirmar el diagnóstico.
  • El cardiólogo puede hacer un diagnóstico preliminar de insuficiencia cardiaca basándose en historia clínica y minucioso examen médico; en este último se examina si hay agrandamiento del corazón, sonidos cardíacos irregulares y elevación de presión en las venas del cuello. Para confirmar la presencia de este trastorno se requieren pruebas adicionales, como la de esfuerzo (medición de frecuencia cardiaca, presión arterial y consumo de oxigeno mientras se está practicando ejercicio), electrocardiograma (muestra gráficamente la dilatación del músculo cardiaco) y ecocardiografía (prueba que utiliza ultrasonido para visualizar la imagen del corazón mientras late).
  • Los procedimientos de detección de acromegalia incluyen: observación de los cambios físicos del afectado, rayos X para determinar el engrosamiento óseo y análisis de sangre para medir el nivel de la hormona de crecimiento.
  • Para diagnosticar la enfermedad de Addison se requieren historia clínica completa, examen médico, análisis de sangre para medir los niveles de hormonas provenientes de las glándulas adrenales y de orina para determinar la función de los riñones.

Prevención

  • Seguir dieta balanceada, lo cual puede apoyarse con la administración de multivitamínicos, complementos y suplementos alimenticios, así como de alimentos fortificados.
  • Hacer 4 ó 5 comidas ligeras al día permite que el organismo reciba aporte energético a lo largo del día.
  • Dormir 8 horas al día.
  • Antes de dormir pueden practicarse algunos ejercicios de relajación, por ejemplo, acostarse boca arriba practicando respiraciones profundas y recorriendo mentalmente cada parte del cuerpo (de pies a cabeza), enfocando la atención en los diferentes músculos hasta sentirlos relajados.
  • Evitar la exposición prolongada al Sol.
  • Procurar no excederse en el ejercicio.
  • No abusar de medicamentos laxantes, tranquilizantes y diuréticos.
  • Disminuir el consumo de estimulantes, como tabaco, café o alcohol.
  • Evitar, en la medida de lo posible, situaciones que desencadenen estrés e intranquilidad; pero si se tienen problemas en trabajo, escuela u hogar se debe hacer un esfuerzo por relajarse y no preocuparse de más, lo cual puede complementarse con práctica de ejercicio mínimo 15 minutos al día.
  • Para evitar la desnutrición se debe procurar que el régimen alimenticio incluya vitaminas, proteínas, lípidos, minerales y carbohidratos en forma balanceada, lo cual puede apoyarse con suplementos vitamínicos y complementos alimenticios.
  • La anemia puede prevenirse mediante consumo de alimentos ricos en hierro (mariscos, carnes, tuétano, cacahuates, vegetales de hojas verdes y leguminosas), vitamina B12 (leche, huevos, carne, pollo y pescado) y ácido fólico (espinacas, fresas, hongos y lentejas). Este aporte puede apoyarse con complementos alimenticios, multivitamínicos y alimentos fortificados; es importante tomar en cuenta que el consumo de vitamina C permite que el hierro que ingresa al organismo se absorba mejor.
  • Es necesario beber de 2 a 3 litros de agua diariamente, pues de esta manera se evitará que los niveles de líquidos en el organismo desciendan; asimismo, cuando se padece diarrea es fundamental controlarla para evitar pérdida excesiva de líquidos (esto puede apoyarse con bebidas de rehidratación oral y sueros).
  • Procurar no exponerse por periodos prolongados al Sol, beber agua antes, durante y después de practicar ejercicio, no abusar de los medicamentos diuréticos ni laxantes, si hay fiebre debe ser disminuida, para lo cual pueden administrarse antipiréticos y algunos analgésicos que reducen la temperatura corporal, y si se padece diabetes es muy importante mantener los niveles de azúcar lo más cercano a las cifras normales (110 miligramos por decilitro de sangre).
  • Es indispensable establecer un horario fijo de descanso, evitar siestas por la tarde y no practicar rutinas de ejercicio antes de ir a dormir, pues estas últimas pueden "espantar" el sueño.
  • Si se tienen antecedentes familiares de diabetes, es necesario mantener vigilancia periódica de los niveles de glucosa en sangre, seguir régimen alimenticio saludable, así como un plan de ejercicio adecuado; para no tener sobrepeso u obesidad hay que disminuir o evitar el consumo de carbohidratos simples (de sabor dulce) y grasas.
  • La infección por parásitos puede prevenirse al no consumir carnes y pescados crudos, agua ni alimentos de dudosa procedencia; siempre se tiene que hervir o clorar el agua (o bien, preferir la embotellada), guisar y manipular los comestibles sobre superficies limpias, lavarse las manos antes de comer y preparar alimentos, así como después de ir al baño y mantener el sanitario limpio y desinfectado.
  • No fumar, evitar consumir alimentos asados y no exponerse a radiaciones puede disminuir el riesgo de padecer cáncer.
  • Para controlar la obesidad es necesario seguir dieta balanceada, practicar ejercicio y fomentar buenos hábitos alimenticios desde la infancia, lo cual puede apoyarse con el consumo de suplementos alimenticios y productos bajos en grasa y calorías.
  • La relajación, practica de ejercicios físicos y de respiración, dormir mínimo 8 horas diarias y alimentarse adecuadamente son factores que ayudan a acabar con el estrés.
  • Para evitar que se desencadenen episodios depresivos conviene dedicar tiempo a las actividades favoritas, procurar que el ambiente laboral y familiar sea estable, practicar ejercicio físico y dormir mínimo 8 horas al día.
  • Aunque puede resultar un poco difícil la prevención de la fibromialgia debido a que sus causas son desconocidas, es de gran ayuda mantener bajo control el nerviosismo, estrés y ansiedad, adoptar posturas cómodas que no fuercen los músculos y evitar levantar objetos pesados.
  • La hepatitis puede evitarse al no consumir alimentos o agua de dudosa procedencia o de venta al aire libre, así como impedir contacto con personas infectadas.
  • Para evitar el contagio de mononucleosis infecciosa es necesario mantenerse alejado de los afectados, asimismo, no se debe besar a personas sobre las que no se tiene conocimiento acerca de sus hábitos higiénicos ni de su estado de salud.
  • Aunque no se puede hacer algo para modificar la actividad hormonal causante del síndrome premenstrual, las siguientes medidas puede ayudar a disminuir la intensidad de los síntomas: reducir el consumo de sal 1 ó 2 semanas antes del periodo menstrual, evitar situaciones de estrés, restringir la ingesta de alimentos altos en grasas y administrar medicamentos que previenen y/o alivian las molestias.
  • La infección por VIH puede prevenirse si se tienen practicas sexuales seguras (evitar tener múltiples parejas y usar condón en cada encuentro).
  • A fin de que los niveles de glucosa en sangre no se reduzcan por debajo de las cifras normales se debe seguir dieta balanceada y hacer 4 ó 5 comidas ligeras al día.
  • La fatiga ocular puede prevenirse al evitar estar en contacto por mucho tiempo frente a la pantalla de la televisión o monitor de la computadora, procurar leer con adecuada iluminación y mantener los ojos lubricados mediante la aplicación de gotas oftálmicas.
  • Para que no se presenten problemas de circulación sanguínea en las piernas es necesario practicar ejercicio diariamente, usar medias elásticas, proporcionarles masaje y administrar medicamentos que incluya principios activos de origen natural que prevengan el problema.
  • Aunque el pie plano no puede corregirse, para que las plantas de los pies se mantengan descansadas pueden usarse plantillas blandas, las cuales proporcionan sensación confortable.
  • Cuando se tiene predisposición genética a artritis reumatoide es necesario evitar cambios bruscos de temperatura en las articulaciones (por ejemplo, mojarse las manos con agua fría después de estar haciendo alguna actividad manual) y evitar grandes esfuerzos físicos que obliguen a estar de pie o necesiten movimientos repetitivos, sobre todo con las manos.
  • La tuberculosis puede prevenirse al evitar el contacto con personas infectadas y al seguir dieta balanceada y practicar ejercicio físico, pues estas dos últimas acciones fortalecen al sistema inmunológico, y ello dificulta que la bacteria causante de la enfermedad cause daño al organismo.
  • La insuficiencia cardiaca congestiva puede evitarse al tener bajo control las enfermedades que la ocasionan, por ejemplo, presión arterial alta.

Tratamiento

  • Seguir dieta balanceada y administrar multivitamínicos, complementos y suplementos alimenticios, e ingerir productos fortificados con minerales y vitaminas.
  • Dedicar tiempo a periodos de descanso.
  • Si el cansancio se encuentra ligado a rutina laboral o escolar continua, los complementos alimenticios y vitamínicos ayudan a compensar la pérdida de nutrientes y energía.
  • Cuando se sufre cansancio ocasionado por exposición prolongada al Sol se requiere ingerir suero oral, bebidas rehidratantes o gran cantidad de agua.
  • Si hay falta de memoria y concentración se recomienda tomar un medicamento auxiliar que mejore ese estado.
  • Si se presenta dolor de cabeza o muscular puede recurrirse a algún analgésico.
  • Cuando el agotamiento es síntoma de alguna enfermedad, los médicos no prescriben fármacos para aliviarlo, sino atacan directamente al padecimiento que lo causa.
  • Dejar de fumar permite que el organismo se oxigene adecuadamente; para facilitar el proceso se pueden usar deshabituantes del tabaco.
  • Cuando no es posible identificar las causas del cansancio y éste persiste, debe acudirse al médico internista para que solicite exámenes médicos y recomiende el tratamiento más adecuado.
  • En casos de desnutrición es fundamental diseñar programa alimenticio de fácil digestión que aporte todos los nutrientes necesarios (vitaminas, minerales, proteínas, grasas y carbohidratos), el cual puede apoyarse con la administración de multivitamínicos, complementos y suplementos alimenticios, así como alimentos fortificados.
  • La deficiencia de hierro, ácido fólico y vitamina B12, causante de anemia, puede normalizarse proporcionando estos nutrientes al paciente en forma de cápsulas y tabletas que se venden sin receta médica, aunque en algunos casos se requiere hacerlo a través de inyecciones intramusculares o vía intravenosa. Lo anterior debe complementarse con dieta equilibrada que contenga alimentos de los diferentes grupos (proteínas, vitaminas, carbohidratos y lípidos). Si se presenta diarrea, que normalmente no es infecciosa, puede controlarse con antidiarreicos de venta libre, pero si hay estreñimiento puede recurrirse a un laxante.
  • Para reponer fluidos y sales minerales es recomendable consumir gran cantidad de agua, suero oral o bebidas para deportistas; cuando la carencia de líquidos es producida por diarrea (si no es infecciosa) es recomendable tomar medicamentos antidiarreicos y seguir dieta blanda (a base de caldos, verduras, frutas y gelatina), y si se presenta fiebre debe ser controlada con algún antipirético para evitar que el organismo siga perdiendo agua.
  • Una vez establecida la existencia de apnea del sueño se puede recurrir a varias alternativas de tratamiento, las cuales van dirigidas a la atención del ronquido. Para casos severos existen dos alternativas, que son la colocación de equipo dotado de mascarilla que gradúa la presión del aire para mantener la garganta abierta, o intervención quirúrgica para corregir el problema.
  • Las personas con insomnio pueden mejorar su estado si procuran mantenerse tranquilas y relajadas; cuando la causa del problema es estrés puede recurrirse al uso de tranquilizantes naturales. En caso que los trastornos de sueño interfieran con las actividades diarias, es recomendable recurrir a medicamentos de venta libre indicados para tratar el insomnio.
  • Para mantener los niveles de glucosa lo más cercano a las cifras normales se requerirá la aplicación de insulina (principal tratamiento para aquellos que sufren diabetes tipo 1, pues no produce dicha hormona); cuando se padece la enfermedad en el tipo 2 es preciso administrar medicamentos hipoglucemiantes (reducen el nivel de azúcar en sangre). En ambos casos se deberá seguir dieta balanceada y baja en grasas e hidratos de carbono simples (los de sabor dulce), además es recomendable que el paciente mida 3 ó 4 veces al día sus niveles de azúcar con ayuda de un monitor.
  • En caso que se haya adquirido alguna infección por parásitos es recomendable recurrir a antihelmínticos y antiamebianos.
  • Si se ha formado un tumor canceroso que todavía no se extiende a otras partes del cuerpo, lo indicado es la cirugía para extirparlo, o bien, la aplicación de radiación para matar a las células dañinas y de esta forma disolverlo. La otra opción es la quimioterapia o prescripción de medicamentos que eliminen las estructuras malignas; generalmente se indica cuando la enfermedad se ha propagado hacia el resto del cuerpo.
  • Para bajar de peso se recomienda reducir el consumo de grasas y azúcares, e incrementar la ingesta de frutas, vegetales y fibra, establecer horarios regulares de comida, beber de 2 a 3 litros de agua al día, practicar ejercicio y recurrir a algunos suplementos alimenticios que son auxiliares en el tratamiento de la obesidad.
  • En caso de estrés se recomienda tomar tranquilizantes para controlar el nerviosismo, ansiedad, e irritabilidad, lo cual puede apoyarse con técnicas de relajación para reducir la tensión muscular y rutina de ejercicio.
  • La depresión puede tratarse con ayuda de medicamentos antidepresivos, los que deben combinarse con psicoterapia, método que consiste en analizar las situaciones que ocasionan conflicto y abatimiento al paciente, ofrecer seguridad, confianza, comprensión y apoyo emocional.
  • El programa de control para la fibromialgia planteado por los reumatólogos regularmente contempla: analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares y, en algunos casos, antidepresivos, ya que éstos fármacos pueden mejorar los síntomas de los enfermos.
  • Si el médico general confirma la presencia de hepatitis, es indispensable evitar el consumo de bebidas alcohólicas porque al llegar al hígado debilitado ocasionan que el virus se active. Asimismo, se le prescribe al paciente la administración de interferón alfa, que es una sustancia segregada de manera normal en la sangre para deshacerse de los virus.
  • Quienes padecen mononucleosis infecciosa deben procurar reposar en cama 2 ó 3 semanas, aumentar la ingestión de líquidos, administrar antivirales, analgésicos y antipiréticos a fin de reducir las molestias, evitar cualquier esfuerzo físico, pues se podría ocasionar ruptura del bazo debido a que está sensibilizado.
  • A las mujeres que se encuentran en la menopausia se les indica reducir el consumo de grasas, sal, tabaco y alcohol, e incrementar el de frutas, verduras, fibra y lácteos; además, les resulta benéfico recurrir a suplementos de calcio y multivitamínicos, practicar ejercicio moderado (caminar, spinning o jogging) y, en algunos casos, terapia de reemplazo hormonal; o bien administración de fitoestrógenos (raíz cimicifuga racesoma).
  • En cuanto al síndrome premenstrual, cabe destacar que no hay un solo tratamiento que sea eficaz para todas las mujeres, ya que deben seguirse varias medidas, como: práctica de ejercicio, liberación de estrés, disminución del consumo de sal, café, grasas y azúcar refinada, administración de medicamentos que alivian las molestias de la menstruación, recurrir a algún analgésico para aliviar dolores de cabeza, espalda y abdomen, tomar algún laxante suave que permita controlar el estreñimiento, si hay evacuación de heces líquidas habrá que tomar un antidiarreico, y la sensación de fatiga puede mejorar si se sigue alimentación balanceada y consumen suplementos alimenticios o multivitamínicos.
  • La terapéutica a seguir en los pacientes con sida consiste en la administración de medicamentos denominados antirretrovirales, dieta balanceada y práctica de ejercicio.
  • Cuando descienden los niveles de glucosa generalmente se recomienda administrar azúcar en forma de terrones, comprimidos, dulces o bebidas, pero en casos más severos esto debe ir acompañado de la aplicación de glucagón (hormona que aumenta los niveles de glucemia rápidamente).
  • Una vez que el endocrinólogo confirma el diagnóstico de hipotiroidismo, recomienda administración oral de yodo nuclear y sustitución de hormonas tiroideas, las cuales deberán tomarse durante toda la vida.
  • A los pacientes con artritis reumatoide se les recomiendan antiinflamatorios, antirreumáticos, rubefacientes, relajantes musculares y analgésicos para aliviar los síntomas.
  • El lupus no se cura con medicamentos, pero se puede controlar mediante el uso de antiinflamatorios y corticoides (cortisona).
  • Para tratar la tuberculosis se requieren diversos antibióticos, además de seguir dieta balanceada que agilice la recuperación al fortalecer al sistema inmunológico.
  • Para controlar la insuficiencia cardiaca congestiva se puede recurrir a vasodilatadores (dilatan los vasos sanguíneos), inotrópicos (aumentan la capacidad del corazón para contraerse), diuréticos (reducen los fluidos) y betabloqueantes (bloquean la actividad de las hormonas del estrés en el corazón).
  • El tratamiento de la acromegalia puede incluir terapia con radiación e inyección de medicamentos que detengan la producción de la hormona de crecimiento.
  • Debido a que la enfermedad de Addison puede suponer una amenaza a la vida, el tratamiento comienza a menudo con la administración de corticosteroides (cortisona).

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