CELULITIS
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Definición
También llamada "piel de naranja", es un padecimiento que se caracteriza por formar grumos y depósitos grandes
e irregulares de grasa en caderas, nalgas y muslos debido a que se pierde la tonicidad y elasticidad de las venas ubicadas
en estas regiones. Ello ocasiona que la sangre se estanque en capilares, lo cual impide que las células sean nutridas adecuadamente
y los tejidos adiposos se almacenen en forma anormal, asimismo, se acumulan toxinas que destruyen el colágeno y elastina (componentes
que ayudan a mantener la piel suave y firme).
Celulitis edematosa
Suele aparecer en la pubertad y afecta únicamente a muslos, en los cuales se
llega a sentir pesadez y dolor.
Celulitis dura
La piel se torna rígida, su temperatura es más fría que la del resto cuerpo y se manifiesta con ondulaciones
y dolor cuando se aprieta ligeramente la zona.
Celulitis blanda
Los tejidos superficiales son fláccidos, hay acumulaciones notorias de grasa, problemas en la circulación
sanguínea y dolor muscular.
Causas
- Dieta desequilibrada.
- Deficiente circulación de la sangre da lugar a que se retengan agua y toxinas, en
consecuencia, los capilares se ven obstruidos.
- Adolescencia y embarazo, pues durante estas etapas hay excesiva secreción de estrógenos
que no es contrarrestada por la hormona progesterona, lo cual conduce a retención de líquidos y grasa.
- Poca o nula actividad física, específicamente aeróbica, lo que entorpece la irrigación
sanguínea hacia los tejidos.
- Calzar zapatos con tacón alto y vestir prendas muy ajustadas, ya que dificultan el
flujo de la sangre.
- Administración de pastillas anticonceptivas, las que generan alteraciones hormonales
que pueden dar lugar a la acumulación de tejido adiposo y agua.
- Envejecimiento del tejido, proceso conocido como glicación, el cual se presenta por
acción de la glucosa sobre las fibras de colágeno y elastina.
- Predisposición genética.
- Estrés, que a través de la adrenalina (hormona que nos pone en estado de alerta)
favorece el almacenamiento de grasas.
Síntomas
Por etapas:
- Primera. Se observan diminutos grumos y hoyuelos, sensación de hormigueo en piernas,
cansancio y pesadez.
- Segunda. Los cúmulos de grasa toman más cuerpo, hay leve dolor e inflamación.
- Tercera. El tejido deformado se endurece y compacta, presentándose intenso dolor,
flaccidez, la piel se siente fría y la celulitis se aprecia a simple vista.
Diagnóstico
- Se basa en los síntomas antes descritos, pero en la primera fase llega a ser difícil
advertir su presencia.
- Termografía. Detecta nódulos de grasa mediante la medición de la temperatura de las
zonas afectadas, las cuales regularmente son frías.
- Video-termografía computarizada. Consiste en la colocación de una faja que tiene
sensores térmicos conectados a una computadora en las zonas potencialmente dañadas. Es más exacta que la anterior y mucho
más práctica.
- Videocapilaroscopía. Puede mostrar los capilares sanguíneos a detalle, lo cual permite
que se detecten con precisión las alteraciones.
Prevención
- Dieta balanceada.
- Beber de 2 a 3 litros de agua, pues la idea generalizada de que ingerir gran cantidad
de líquidos favorece su retención, es errónea.
- Reducir el consumo de sal porque altera la circulación de la sangre y almacena agua
en tejidos.
- Practicar actividad física diariamente, especialmente de tipo aeróbico, como correr,
saltar la cuerda, bicicleta, escaladora o jogging, pues no solamente previene la celulitis, sino también las enfermedades
cardiovasculares y osteoporosis, entre otras.
- Evitar el uso de zapatos de tacón y prendas muy ajustadas.
Tratamiento
- Reducir el consumo de grasas, sal y azúcares.
- Incrementar la ingesta de frutas, verduras, cereales y agua.
- Practicar ejercicios aeróbicos, así como sentadillas y flexiones de piernas, ya que
ayudan a mantenerse ágil y con músculos fuertes.
- Aplicar geles y cremas anticelulíticos.
- Dar masaje con guante de crin en las zonas afectadas durante la ducha; los movimientos
deben ser circulares y siempre de abajo hacia arriba.
- Utilizar aceites aromáticos, ya que estimulan la circulación; los más recomendados
son el de eucalipto, limón, lavanda, salvia, romero, enebro, geranio y verbena.
- Usar cremas reafirmantes y humectantes todos los días.
- Aparatos, los que al deslizarlos sobre las áreas con celulitis estiran y contraen
pliegues cutáneos, lo cual permite que se reestructuren los tejidos y se eliminen toxinas y grasa.
- Masaje de drenaje linfático; mediante movimientos suaves y rítmicos, el cual tiene
como fin ablandar las adiposidades que dan lugar a la "piel de naranja".
- Evitar situaciones de estrés, para ello puede recurrirse a tranquilizantes naturales.
- No utilizar prendas ajustadas ni tacones muy altos.
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