ARRUGAS
Se trata de la aparición de surcos en forma de líneas sobre la superficie de la piel, pues
conforme transcurre el tiempo la epidermis pierde firmeza, retiene menos agua y la secreción de sebo es más lenta. Por tanto,
la piel se hace más vulnerable al desgaste, que en un principio sólo se presenta como líneas de expresión (marcas que se hacen
visibles cuando hablamos, reímos o lloramos, por ejemplo). En este proceso también intervienen factores hereditarios, color
de piel, gestos y exposición prolongada al Sol. El área más visible del problema se localiza en la parte lateral de los ojos
("patas de gallo") y alrededor de la boca.
Causas
- El envejecimiento natural, pues las células del organismo dejan de renovarse con
la misma rapidez con la que lo hacen durante los primeros 50 años de vida.
- Las células necesitan oxígeno para transformar los alimentos en energía. Sin embargo,
la presencia de algunos átomos de este gas y del nitrógeno (radicales libres), que son los principales constituyentes de la
atmósfera e ingresan a nuestro organismo a través de la respiración, puede tener efectos perjudiciales (oxidación), e influir
en el desarrollo de enfermedades cardiacas, cáncer o Alzheimer. Para contrarrestar esta problemática, nuestro cuerpo emplea
en forma natural antioxidantes presentes en los alimentos y complementos alimenticios, los cuales sirven también para evitar
o retardar la aparición de arrugas.
- Movimientos musculares de la cara como gestos (fruncir el ceño o sonreír) marcan
la piel y dan paso a la formación de arrugas.
- Exposición prolongada al Sol sin la debida protección.
- La piel blanca se arruga más rápido porque no tiene la misma cantidad de melanina
(pigmento que sirve como protector ante la luz solar) que la piel morena o negra.
- Subir y bajar de peso frecuentemente favorecen la aparición de arrugas, pues la obesidad
produce que la piel se estire, pero la reducción provoca que se haga fláccida (blanda).
- Herencia de envejecimiento prematuro.
- La contaminación ambiental daña las capas de la piel.
- Fumar acelera el envejecimiento celular, ya que los componentes del tabaco interfieren
con la acción del oxígeno.
- Escasa humectación.
- Beber poca agua (menos de ocho vasos al día).
Síntomas
- Pérdida de firmeza y elasticidad de la piel.
- Piel reseca.
- Formación de líneas de expresión, por lo regular al lado de los ojos y alrededor
de la boca, que posteriormente se transforman en surcos.
- Diagnóstico
- La aparición de arrugas se determina cuando en el rostro comienzan a apreciarse líneas
pequeñas que se entrecruzan en todas direcciones.
Prevención
El envejecimiento es un proceso natural inevitable, no obstante pueden seguirse algunas acciones para retardar
la aparición de arrugas:
- Evitar el consumo de tabaco.
- Dieta balanceada.
- Tomar de 8 a 10 vasos de agua al día para mantener hidratada la piel.
- Desde edades muy tempranas deben aplicarse productos humectantes y bloqueadores solares
para proteger la piel.
- El consumo de vitamina E retarda el envejecimiento celular. De manera natural se
encuentra en brócoli, ciruelas, espinacas, espárragos, manzana, plátano y zanahoria. Los requerimientos diarios de esta vitamina
pueden complementarse con un suplemento que la contenga.
- Asimismo, la vitamina A (que tiene dos fuentes naturales: el retinol, que procede
del reino animal y el betacaroteno, que proviene del reino vegetal) mantiene en buen estado las células de las mucosas y la
piel y, en general, el funcionamiento de todos los tejidos.
Recomendaciones
- Se recomienda el uso de cremas humectantes, pues además de ser preventivas pueden
mejorar las condiciones de la piel y evitar que las arrugas existentes se acentúen con mayor rapidez.
- Debe protegerse la piel de los efectos de los rayos solares con bloqueadores, ya
que retardan el envejecimiento prematuro.
- En caso de que el envejecimiento sea muy acelerado es recomendable acudir al dermatólogo.
- Existen vitaminas antioxidantes que pueden retardar la aparición de arrugas.
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